El periodismo español está haciendo méritos en los últimos días para hacerse un hueco en la historia.
Ayer fue la grandiosa historia de
la gran escritora Amy Martin y hoy es el diario El País el que nos ofrece una imagen curiosa del funcionamiento surrealista de un modo de hacer periodismo.
Todos los periodistas nos equivocamos porque somos humanos, pero caer en estas burdas estafas, creo que va más allá del oficio de contar historias.
La historia que conocemos surge a primeras horas de la noche de este pasado miércoles cuando se anunciaba que tanto la portada de El País como la de El Mundo permanecerían embargadas hasta la madrugada. El hecho de embargar una portada, implica que se posee una exclusiva potente y esta práctica se realiza entre otras cosas, para evitar que los medios de la competencia la copien.
Todo transcurría normal, cuando en torno a las 3 de la madrugada o así la edición digital de El País lanzó su exclusiva en su página web, aunque
el diario impreso ya iba circulando en esos momentos a través de sus redes de distribución.
Y como te imaginarás hoy el tema en Twitter
está que arde.
Como periodista siento realmente lo que le ha ocurrido a los colegas de El País, pero también me niego a que nuestra profesión siga convertida en la bazofia que tenemos ahora.
El diario justifica su error de aquellas maneras y anuncia que ha paralizado la distribución de su edición impresa.
Las fotos y capturas las encontré en un montón de sitios.
Por cierto, tanto intubado como entubado son términos correctos, según la RAE. Ya ves, gracias a El País aprendemos nuevas palabras. :-))